lunes, 16 de marzo de 2015

SE LLAMARÁ AVALOR Y SE VESTIRA PARA MILÁN.






 Compacto y voluptuoso, recuerda a la obra de Botero, formas curvas que engordan y que se apoyan entre ellas, tangentes que  corren en paralelo......... y alguna vista que también evoca a un Sherman, aunque es posible que esa comparación con el mítico carro de combate norteamericano solo tenga cabida en mi cabeza y en mis recuerdos de que adolescente fascinado por la Segunda Guerra Mundial, quizás por eso paso de verlo como un tanque a verlo como una casamata de la Línea Maginot o como un bunker que surge grisáceo y petreo sobre le verde campiña.


 


  El nuevo sillón Avalor es pesado y macizo, sus reposabrazos pueden parecer amplios pasos de rueda de los automóviles clásicos, también evoca las rechonchas formas del sillón Bugatti...., pero pese a todos esos supuestos parecidos, las formas del Avalor atraen y creo que gustan.
   Brota ante los ojos como un megalito tallado pero repleto de mullida hierba....