miércoles, 8 de octubre de 2014

ESQUELETAJES VIRTUALES Y PEDALADAS POR LA SERRANIA.




 

  Cuando pedaleo por carretera apenas si puedo abstraerme, tengo  que estar atento al tráfico, a la circulación, a los automóviles..., pero cuando pedaleo por la sierra Calderona con la bici de montaña todo cambia, desaparece el ruido de los motores y tan solo escucho el murmullo de los neumáticos sobe la tierra, mi propia respiración cuando trepo por alguna de sus rampas y el canto de la alondra cuando paro en alguna de sus fuentes. Después sigo pedaleando y mi mente se va a ese sofá que me han pedido y que no tengo claro como hacer, voy pedaleando ensimismado y pensando en como plantearlo hasta que la Calderona me da la respuesta, en ese momento sonrío, vuelvo a parar y escucho el viento entre sus pinares o rozándose contra sus riscos y  contra sus paredes de rodeno.
   En esos momentos me siento un poco como Julio, como el protagonista de esta novela que tenía que escribir a esta serranía que tanto me a dado y que tanto tiene que ofrecer a las personas que sean capaces de amarla y respetarla como se merece
    Si a alguien le apetece leerla tan solo tiene que seguir el enlace y descargársela gratuitamente.

   "El hombre de la sierra Calderona" ,  así se titula la aventura de un hombre que renuncia a la sociedad y a la compañía de los humanos y que se refugia en otra sociedad, compuesta por tres podencas, por una galga, por un ratonero valenciano y por toda la Sierra Calderona. 





















viernes, 3 de octubre de 2014

"TRAZOS DE MADERA", SILLEROS Y EBANISTAS.





   





  Nunca he ocultado mi admiracion y mi respeto por los ebanistas y por los los silleros y cada vez que visito a los hermanos Blazquez, en su fabrica de Silla, aumenta mi admiracion hacia todos los oficiales y artesanos que trabajan la madera vista. Son oficios difiles y que necesitan de mucha atención y de mucho mimo, de unos ajustes perfectos y de una dedicación absoluta.
  Yo como esqueletero tengo muchas mas ventajas que Maria José, que Emilio o que Juan, a la hora de fabricar un armazón que finalmente ira cubierto por rellenos y rematado por hermosa telas. Puedo equivocarme y rectificar porque las huellas de mis torpezas no se verán. Puedo grapar, atornillar y crear curvas y formas complejas con relativa facilidad, sin embargo, el ebanista y el sillero trabaja con todo en su contra, no se puede equivocar lo mas minimo porque su trabajo está desnudo ante los ojos del cliente y ante los suyos. Tampoco puede usar cuaquier madera, necesitan una materia prima noble, sin grietas, sin nudos, sin imperfecciones y ante todo necesita de unos ajustes impecables, de unos ensambles que se fundan intimamente, desafiando a las vetas y a las garceas, desafiando a la propia madera que algunas veces moverá o se abrirá, delatando la junta o dejando aflorar una extraña huella cuando el pulimentador le aplique el color.





   Por todo eso me maravillo cuando visito las ebanisterias y mas cuando me encuentro con un clan familiar trabajando al unisono, como son los Blazquez, con Juan, el patriarca, a la cabeza y con Juan, Emilio y Maria José continuando con la tradición, pero añadiendo, innovación, valentía y creatividad.
   En Trazos de Madera llegan mas allá y se atreven con cualquier mueble y con cualquier objeto de deseo que se pueda fabricar en madera. Son capaces de afrontar grandes series o pequeños pedidos, gracias a sus dos controles numericos o  a las manos de sus oficiales.